Las experiencias transpersonales pueden tener muchas características extrañas y aunque las corrientes neopositivistas puede desestimar estas vivencias como si fueran meras fantasías, el reto en la psicoterapia actual es integrarlas a la historia del paciente, como experiencias que forman parte de los misterios de las existencia y no pueden ser interpretadas simplemente como fenómenos intrapsíquicos, ya que cada uno de nosotros parece ser un microcosmos que contiene información acerca de todo el macrocosmos.
Las experiencias transpersonales pueden dividirse en tres categorías:
- La primera categoría involucra la trascendencia de los limites espaciales habituales y las limitaciones del ego, y se refiere a identificarse con otra persona o con un colectivo (por ejemplo, hermanarse con todos los niños masacrados con el genocidio en Gaza), ello es semejante a una experiencia de unidad dual como si nuestra conciencia se expandiera. La identificación puede trascender los límites de la experiencia humana y llegar a identificarse con plantas y animales o identificarse con toda la biosfera o con la totalidad del universo material.
- La segunda categoría se caracteriza por la superación de los límites temporales de las fronteras espaciales y del tiempo lineal, este viaje puede llevar a experiencias en el momento de la concepción con el espermatozoide y el óvulo a nivel de conciencia celular, pero el recorrido también puede proseguir hacia el pasado para alcanzar episodios de la vida de nuestros antepasados o escenas que parecen provenir del inconsciente colectivo o volver a experimentar escenas de vidas anteriores.
- La tercera categoría es aún más extraña como el encuentro con seres arquetípicos, escenas mitológicas, comunicación telepática con seres incorpóreos, divinidades y demonios, entidades sobrehumanas, seres extraterrestres y en algunos casos nuestra conciencia individual puede identificarse con la Conciencia Cósmica, o la Mente Universal. La experiencia cumbre parece ser la identificación con el vacío cósmico, supracósmico o la vacuidad.
No dudo que una parte de las personas que leyeron esta publicación, en algún momento de su vida hayan experimentado una vivencia transpersonal. La presente publicación está basada en el libro “El viaje definitivo: La consciencia y el misterio de la muerte” de Stanislav Grof, un recorrido fascinante en donde se busca elevar la muerte desde una crisis biológica a un acontecimiento espiritual sumamente significativo.